Ya estamos en octubre y hablando con otras madres del cole,
debería de existir un periodo de adaptación los primeros días de este mes. Es cuando empieza el cole por la tarde (por
lo menos en mi caso), las actividades de los niños y los padres tenemos que ir
a la carrera y mirando el reloj.
No me gusta que mis hijos tengan muchas actividades porque
al final no soy ninguna superwoman, tengo 3 hijos y llego hasta donde llego. Además siempre está la ley de Murphy, si algo
puede salir mal, saldrá mal. Es decir, cuando alguien se ofrece a llevar a los
niños y justo en el último momento siempre falla. Y como no me gusta mucho
depender de los demás, prefiero que vayan a una actividad que les guste, y que
lo hayan elegido ellos. A lo mejor si algún día inventan la tele transportación….puede
que cambie la cosa.
El otro día me comentaba una madre que tiene tres niños que
el pequeño va a las actividades que tocan, es decir, sus herramos van a fútbol y
a tenis y la niña va a hockey que coincide con la misma hora en el mismo lugar
y tenían plazas libres. Lo mismo sucede con los idiomas, los niños van a
inglés y alemán (ahora tan de moda) y la niña va a chino.
No es una crítica, porque es muy complicado conciliar vida
familiar y laboral, y siempre pensamos que hacemos lo mejor para nuestros
hijos, pero a veces nos debemos plantear que cargamos de muchas actividades a
los niños, y muchas veces, la mejor
actividad es quedarse un rato en el patio del cole o en el parque disfrutando
de los amigos.
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