Echo de menos los cuentos nocturnos

No lo había confesado, pero desde hace tiempo echo de menos leer cuentos a mis hijos antes de dormir

Han sido muchas noches a su lado leyendo muchas veces las mismas historias que ya nos sabíamos de memoria. Y ver sus caritas de asombro oír sus risas y ver como no perdían detalle.

Pero ya desde hace tiempo ya no gritan ¡Mamaaá el cuento!

Ahora prefieren leer ellos solos por las noches, me gusta observarles desde la puerta de su cuarto, como se ríen, como están concentrados en la lectura, y me siento orgullosa de ver que les encantan los libros, no sé si será por las lecturas nocturnas que hemos pasado su padre y yo o va en la persona, es decir que te gusta o no te gusta leer por mucho que tus padres te lean o te compren libros.

Una de las tiendas favoritas de mis hijos es una conocida librería que hay en mi ciudad, donde de verdad huele a libro y donde cada vez que vamos no puedo negarme y comprarles un ejemplar

Pero cada vez que vamos a Madrid, tenemos una visita obligada, la FNAC , la última planta donde están todos los libros infantiles, es como un paraíso, se pueden tirar horas mirando y buscando cuentos. El problema llega después, cuando hay que elegir uno, y cada vez la decisión es más complicada, hemos pasado de comprar libros escritos con mayúsculas, cuentos clásicos como los tres cerditos, Pulgarcito, libros de las pelis de Disney Toy Story, Cars,....

Pero ahora ya nos toca a Gerónimo Stilton, Pupi o Barco de vapor. 

El otro día regalé a mi hijo mayor unos de mis libros favoritos de mi época infantil que tenía guardado como oro en paño" Fray Perico y su Borrico" y en está ocasión, yo era la que escuchaba y mi hijo el que leía.

Me queda mi hija pequeña, que cumplirá en breve un año...al principio la leíamos todas las noches, pero se alteraba mucho y descubrí que se quedaba muy relajada con la radio. Así que de momento prefiere la radio a los cuentos, aunque quien sabe a lo mejor un día de estos vuelvo a oír un grito que diga ¡ Mamaaaá el cuento! Y yo estaré encantada de volver a leer esos cuentos que ya casi nos sabemos de memoria.